Es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo en el que se realiza un lavado de la cavidad articular de la mandíbula, con un líquido estéril, de tal forma de disminuir la inflamación en la articulación y eliminar posibles adherencias del disco articular, obteniendo de esta forma una reducción del dolor y un restablecimiento en la movilidad de la mandíbula.
Adicionalmente, mediante esta técnica pueden infiltrarse medicamentos en el espacio articular.
Se realiza mediante anestesia local, aunque en casos de pacientes que lo requieran se puede realizar bajo sedación endovenosa con la asistencia de un anestesista.